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domingo, 18 de septiembre de 2011
El crucero americano (parte IV, Civitavecchia, Roma)
Bueno, nos encontramos ya en el ecuador de nuestro crucero. Hoy el puerto que visitaremos será el de Civitavecchia. Civitavecchia (pronunciado chivitaveckia)significa ciudad (civita) vieja (vecchia). Su puerto lo construyó Trajano en el siglo II, pues ya se usaba como puerto principal que abastecía a la ciudad de Roma.
Civitavecchia se encuentra a unos 80 km de Roma, aunque el traslado en autobús supera la hora y media, debido al intenso tráfico que existe hacia la capital. A pocos minutos andando del puerto se encuentra una estación de tren, que te dejará en Roma en muy poco tiempo y por un coste muy pequeño. En Roma puedes elegir entre dos paradas: Termini (cerca del Coliseo) y Ottaviano (cerca de la plaza San Pedro, Vaticano). El tren tarda unos 45 minutos, y sus salidas son continuas. El precio está entre los 10 y 15 euros, por lo que es una opción muy recomendable. En el puerto puedes coger un ida y vuelta sin horario, así que sabiendo cuándo zarpa el barco (la hora del "todos a bordo") podrás ir a la estación sin ningún problema.
Volviendo al tráfico hay algo que recordar en Roma. Allí las carreteras son muy peligrosas, los conductores no paran en los pasos de cebra, sino que sortean a los peatones. Al principio puede resultar muy chocante, pero lo más seguro es cruzar directamente sin pararnos en ningún momento. Si nos paramos, podemos ser atropellados por un coche que pensaba cruzar por el lugar donde ya no debíamos estar. De todos modos, es mejor mirar a ambos lados antes de cruzar y confiar en los coches. La mayoría de los atropellos en Roma son de turistas, pues son los únicos que se paran una vez empezado a cruzar el paso de cebra. De todas formas, hay que andar con cuidadito, pues no queremos ningún percance en nuestra visita.
Una vez en Roma todo dependerá del tiempo que dispongamos para ver la ciudad. La primera parada obligatoria es El Coliseo, es mejor ir a primera hora para evitar colas. El interior es el que se encuentra en la imagen. Allí luchaban los gladiadores entre sí, peleaban contra bestias traídas de lejanos lugares: toros, leones, elefantes, etc. y también realizaban batallas navales (naumachia en latín). Este anfiteatro fue el más espectacular de la época romana y, además, se mantiene bastante bien conservado. Es fácil imaginar todo lo que ocurría allí.
Cerca del Coliseo tenemos la escuela de gladiadores: Domus Aurea (donde entrenaban y se preparaban). Y, al lado opuesto, el foro Romano con el templo de Venus.
Roma está repleta de plazas y monumentos, por lo que es importante planear nuestro itinerario para poder apreciar al menos, los lugares indispensables en nuestro recorrido.
El foro romano, la fontana di Trevi, el panteón, la columna trajana, el Castillo de San Ángelo, Trastévere y San Pedro (Vaticano). Son puntos que debemos visitar aunque, por tiempo, no podremos entrar a todos. Los tres primeros podremos visitarlos sin problema, pues no hay colas y están en plena calle. El castillo, lo debemos ver aunque sea por fuera, pues es precioso junto al río. Trastévere es diferente, pero la lejanía con los demás puntos puede que nos obligue a descartarlo de nuestro itinerario. El vaticano es impresionante, pero las colas son enormes; por lo que podemos ver la plaza de san pedro, con la columnata diseñada por Bernini. Si queremos entrar a la iglesia, tras una cola importante, veremos "La piedad" de Miguel Ángel. Si queremos entrar a los museos vaticanos (Capilla Sixtina y demás), la cola nos llevará más de tres horas, pero ya es algo que debe elegir cada uno.
Roma tiene multitud de plazas impresionantes, que hay que visitar, como la piazza Navona, la piazza di Spagna (plaza de España), la plaza Venecia y la plaza del pueblo. En la plaza Venecia se encuentra el monumento a Vittorio Enmanuelle y el palacio de Venecia. El monumento es del siglo XIX, por lo que será lo más moderno de nuestra visita.
Roma tiene muchísimo que ver, por lo que es recomendable llevar una guía de bolsillo o planificar nuestra ruta antes de llegar.
Entenderse con los italianos es fácil si hablamos despacio, aunque hay palabras que se diferencian totalmente. Fermata significa "parada" fermata dil bus (parada del autobús). Conocer algunas palabras nos ayudará a movernos mejor, así como a saber lo que pedimos en el restaurante. De todas formas, las cartas de menús suelen estar escritas en inglés e italiano, por lo que no deberíamos tener ningún problema.
Es imposible ver Roma en un sólo día, pero seguro que abre el apetito para una visita de mayor duración.
Y nos tenemos que marchar que hay que coger el tren para que nos lleve a Civitavecchia, no vaya a ser que se nos escape el barco y tenemos un problema.
Nos vemos a bordo.
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